Ésta es la solución ideal para turistas que desean pasar las vacaciones en un entorno auténtico y hogareño, ya que el hotel se aloja en un antiguo convento del siglo XVI y está en una finca con mucho verde, rodeada de bosques, campos y pastos. Es una finca encantadora para vacaciones que combina hospitalidad, cordialidad, tradiciones auténticas y comodidades modernas, y comprende un total de 14 habitaciones y suites. La familia Russo da la bienvenida a la finca y las casas de labranza, que incluyen vestíbulo, sala de desayunos y comedor, donde los huéspedes pueden probar los productos biológicos típicos de la granja, certificados por la asociación italiana de agricultura biológica (AIAB). El hotel dispone de caja fuerte, restaurante, conexión a Internet WiFi (de pago) y servicio de lavandería (de pago). Hay aparcamiento cerca donde dejar el vehículo y también se pueden alquilar bicicletas en recepción por un coste extra para salir a descubrir los alrededores al ritmo propio.